PROGRAMA #2 (Vea - Gimnasia mental transformadora)

EXPERIMENTAR EN EL LABORATORIO

INTERIOR

  

    Lo que necesitamos:

 

   Para crecer humana y espiritualmente, necesitamos dedicar espacio y tiempo para explorar en nuestro ser y descubrir nuevas percepciones así como alcanzar mayor comprensión de los principios universales que hemos de respetar y seguir en nuestras vidas. Pero sobre todo, necesitamos experimentar nuestra naturaleza esencial y genuina de pureza y positividad.

 

Para ello necesitamos silencio y contemplación. Nuestro laboratorio interior sólo será efectivo cuando creemos este tiempo especial para desconectar de toda distracción externa y entremos en conexión con nuestro mundo interno.

 

Es preciso cambiar la actitud de dependencia de los estímulos externos para crear una sensación de bienestar o contentamiento en nuestro interior. Todos los estímulos externos sólo nos pueden ofrecer una satisfacción ilusoria y pasajera. La estabilidad verdadera sólo se puede generar desde el interior de nuestro ser, desde el silencio, a través de la conexión con nuestra verdad genuina.

 

En este proceso, abrirnos a la energía de Dios es fundamental, ya que sólo la fuente más pura y eterna de energía espiritual nos puede ayudar en florecer internamente. Podríamos comparar a Dios con un sol espiritual que irradia amor puro e incondicional y luz pura. Estos son los ingredientes que el alma necesita para efectuar su particular proceso de fotosíntesis en el que puede absorber la información y el conocimiento e iniciar un proceso de transformación interna, fundamentalmente reciclar la negatividad y el desperdicio acumulados y desarrollar las virtudes divinas. A la vez puede liberar el oxígeno de las vibraciones puras y positivas que el mundo necesita de forma crítica.

 

Lo que hay que hacer:

 

Para experimentar en el laboratorio con precisión necesitamos paciencia e introspección. Los frutos que obtenemos en nuestro laboratorio interno no se recogen de forma inmediata, sin embargo serán los más dulces y hermosos: la paz interior, la sabiduría y el contentamiento son algunos de ellos. Necesitaremos cambiar también la actitud de queja y de culpabilizar a factores externos o personas como responsables de nuestra situación y estado y desarrollar la convicción y la fe de que tenemos potencial y recursos para solucionar todas nuestras dificultades.

 

El laboratorio se basa en el poder del silencio, la reflexión y el pensamiento profundo. Sugerimos el siguiente tema para iniciar una sesión en nuestro laboratorio interior: Dedicar un tiempo en soledad a reflexionar en profundidad sobre las siguientes cuestiones:

-¿Qué valores son los que sustentan mi vida? ¿Qué valores son esenciales y fundamentales para mi felicidad y por tanto debo respetarlos y vivirlos?

-¿Cómo y en base a qué me valoro a mí mismo? ¿Cuáles son, en este momento, mis fuentes de auto-estima y auto-valoración?

 

Como se ha mencionado anteriormente, el silencio interior es fundamental, pero conviene clarificar que se trata de un silencio positivo, un silencio lleno con la actitud de humildad y aprendizaje, apertura a lo nuevo y al cambio. Un silencio de estudio y progreso.

 

Experimentemos en nuestro laboratorio interior y fortalezcamos nuestra consciencia: ésta es una de las claves para la felicidad estable y duradera

 

CÓMO SER QUIEN UNO QUIERE SER

 

Con frecuencia las personas olvidan pensar sobre ¿qué es lo que quieren ser? ¿Cómo quieren ser? y continúan siendo únicamente lo que se les enseñó a ser. La introspección, la reflexión interna es necesaria para revisar la vida, ya que todos, aunque no lo hayamos pensado mucho, hemos tenido metas muy profundas. Lo que nos impide ser como queremos ser, usualmente son nuestros temores.

 

Si yo no pienso sobre lo que quiero ser, cómo quiero ser, no lo voy a lograr. La meta que uno se fija determina el lugar de destino que uno tiene en la vida.

 

Lo importante es realmente volver a lo que te dice tu propio corazón, lo que te dice tu propio ideal, tu propia mente.

 

Muchas veces lo que nos impide morir tranquilos es la calidad de vida que hemos tenido, porque sentimos que no hemos cumplido con lo que teníamos que hacer. Una persona puede morir en paz cuando ha logrado hacer en la vida lo que realmente le gusta, independientemente de que esté muriendo en un suburbio o en un palacio.

 

Cuando logro vivir como yo quiero, cuando logro ser quien yo quiero ser, hay una unión conmigo mismo, hay congruencia, siento que estoy de acuerdo conmigo mismo. Eso implica que estoy preparado para partir porque ya viví lo que quería vivir. Cuando no decidimos vivir lo que queremos vivir tenemos la impresión de que la muerte nos está robando la vida.

 

Estamos tan ocupados en cumplir con lo que pensamos que tenemos que ser, que se nos olvida pensar en quién quiero ser en realidad. Ser quien uno quiere ser, es una construcción de cada segundo, de cada instante, cada pensamiento, cada emoción, cada día es una oportunidad para acercarnos a nuestra meta.

 

Determinación y Concentración

 

La determinación y la concentración son dos factores esenciales para conseguir objetivos y logros en cualquier área de nuestra vida. Ante las adversidades, debemos intentar tener una actitud afectuosa hacia nosotros mismos y hacia la situación, un estado de la mente lleno de buenos deseos y apertura, a la vez que enfocado en aquello que es importante y significativo en cada momento.

 

PRINCIPIOS PARA EL ÉXITO EN EL AUTO DESARROLLO

 

Simplificar:

Pensar menos. Pensar sin complicación.

 

Enfocar:

Cuando la mente está totalmente enfocada y en el presente, esto es pureza. Estar presente significa que no hay mezcla del pasado ni del futuro no encontrado. La pureza de la mente es la energía que lo mantiene motivado.

 

Crear:

Pinte un cuadro de cómo le gustaría ser. Esto le capacitará para chequearse a usted mismo. Reconozca que usted no es el único trabajando en usted mismo, Dios está trabajando en usted también. Esto hace que sea fácil cambiar.

 

Experimentar:

Dejar ir los métodos familiares. Hacer algo nuevo requiere coraje.

 

Recordar:

 

No es la fuerza que trae velocidad a nuestro esfuerzo interno sino ser sistemático y constante. No te quedes atrapado en pensamientos acerca de qué cambiar o cómo cambiarlo. Sólo hazlo!

 

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